NUESTRA EMPRESA
Para hablar de nosotros deberíamos remontarnos al menos 3 generaciones familiares anteriores ya que, a pesar de no ser una empresa familiar actualmente, la pincelería, el cepillo y el mundo de la limpieza en general, se ha considerado el principal motor económico familiar durante décadas.
Allá por los años 40, los protagonistas de la actividad, fueron el pequeño pincel, la brocha de uso personal, la brocha de encalar y el cepillo para uso doméstico, donde los materiales naturales como la madera y el pelo de origen animal eran el eje de una fabricación totalmente manual e incluso artesanal.
A partir de los años 80, el cambio generacional, con la incorporación de nuevos materiales plásticos y de una revolución industrial en los procesos de fabricación, dió respuesta a los nuevos aires de las principales ciudades, donde la limpieza urbana se constituía como un sello de imagen y de modernización, dando así el negocio familiar un salto de lo doméstico a lo urbano e industrial.
Con el cambio de siglo, la inclusión de nuestro país en la Comunidad Europea, el surgir de nuevas normativas, etc, propició que la limpieza urbana no sólo fuese un factor de imagen y modernidad, sino un compromiso con el medio ambiente y la ciudadanía, provocando así un impulso aún mayor en la industrialización del sector con la automatización y la propia excelencia en los procesos de fabricación.
El propio recorrido evolutivo de nuestro sector ha hecho mantener generación tras generación nuestra ilusión por formar parte de un futuro cada vez más sostenible y contribuir con nuestro trabajo a la creación de ciudades cada vez más adaptadas, asequibles, y al fin y al cabo, humanas.
Siempre con compromiso, dando nuestro mejor servicio y con la responsabilidad que nos otorgan años de andadura y know-how.
Vendemos limpieza, es lo que sabemos hacer.